Dijo Jesús a sus discípulos:
“Cuidado con los profetas falsos; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis.” Mateo 7, 15
Tal vez convenga recordar a los que gobiernan el personal municipal y a quien lo sostiene, católicos y no católicos.
Cuidado con esos falsos profetas, desconfiad de ellos y de quien con ellos pactan.
Aviso a navegantes, por si alguien aún no estaba al corriente.
Cuando desde este Ayuntamiento se actúa de MALA FE, NUESTRA OBLIGACIÓN ES DENUNCIARLO, a quien lo hace y a sus cómplices políticos y/o sindicales.
La ley nos dicta en el artículo 1258 del Código Civil impone a las partes el cumplimiento, no solo de lo pactado, sino de aquellas otras consecuencias que sean conformes a la buena fe, al uso y a la ley. Esta previsión legal impone al tribunal la obligación de examinar, más allá de la pura literalidad, si la acción está basada en este principio de buena fe, que informe todo el ordenamiento jurídico por imperativo del artículo 7.1 del Código Civil.
El código civil es claramente superior a un Real Decreto, pero lo que de verdad nos enfada es que se está tramitando una ley, que en menos de un mes modifica este Real Decreto.
¿Existe mala Fe?
Podemos afirmar sin lugar a duda que desde Personal se está actuando con MALA FE.
Y tan culpable será quién ordena como quién lo ejecuta sabiendo que mete a esta casa en un difícil callejón.
TENEMOS EL LOBO EN CASA, NO LO OLVIDÉIS.
