FesP UGT Aragón critica que no se haya tomado el interés suficiente por las administraciones y la propia Fundación CAI por el mantenimiento de los puestos de trabajo y que hayan dejado desaparecer una residencia – referente en Aragón muchos años – que ha dado calidad en la atención a los mayores que han vivido allí sus últimos años.
La plantilla compuesta por 22 trabajadoras llevaba 3 meses sin cobrar los salarios. Han sufrido las consecuencias de la pandemia en las residencias y la falta de interés por las administraciones para que la residencia siguiera abierta. El sindicato considera que la destrucción de empleo en el sector no es positiva y debe evitarse que se repita esta situación.
La residencia gestionada por la Asociación Voluntariado en Geriatría cuyo edificio pertenece a la Fundación CAI, no ha podido soportar las deudas, la falta de ayuda económica y de apoyo para poder acometer las reformas que el edificio requería para continuar con la atención a los mayores. El sindicato señala que se podría haber hecho más para mantener abierto un centro que fue un referente en la atención a los mayores en Aragón.
La residencia La Inmaculada llevaba abierta desde hace 40 años y ha sido pionera en la atención a los mayores en Aragón Fue el primer centro en tener una atención especializada de enfermería, con personal altamente cualificado y tratando casos complejos de enfermedades degenerativas en personas mayores, en una época en la que no existía ni centros especializados ni los avances médicos actuales.