«Es de vital importancia que el Sistema Nacional de Salud cuente con personal adecuado en los servicios de salud. Distintos organismos nacionales e internacionales han concluido recientemente que los Estados no han seguido esa recomendación, incluido España, provocando escasez de profesionales sanitarios dedicados a la atención sanitaria. En atención primaria es más visible este déficit, que ha generado dificultades durante la pandemia covid».
Gracia Álvarez, secretaria de Salud, Socisanitario y Dependencia de FeSP-UGT, ha desgranado en rueda de prensa las concluisiones de un estudio pormenorizado sobre la situación de empleo en nuestro Sistema Nacional de Salud, que sigue adoleciendo de una temporalidad que supera el 30%. El sindicato ha denunciado el elevado volumen de interinos; las bolsas de empleo constituyen una plantilla en la sombra que permite a los Servicios de Salud hacer numerosos contratos precarios y de corta duración para tapar agujeros.
La ratio de enfermería por cada 1.000 habitantes en 2018 era de 0,66 y la de personal médico en atención primaria de 0,77, cifras que apenas se han modificado desde 2009. En la comparativa con la Unión Europea, España está por debajo de la media respecto al personal médico de atención primaria, y muy alejada de países como Portugal, el país con mejor ratio (2,6), Irlanda (1,82), Países Bajos (1,61), Austria (1,56) y Francia (1,42).45 En relación a tres comunidades vemos como la Comunidad de Madrid ha reducido un 0,01 la ratio de personal médico de atención primaria y un 0,02 el de enfermería; en Cataluña se ha aumentado en 0,04 y 0,06, y en Castilla-La Mancha ha subido un 0,01 y 0,03, respectivamente.
La presión asistencial se ha visto elevada en los últimos años. Así con respecto a la dimensión de cupos asignados a cada profesional, el Marco Estratégico para la Atención Primaria establece el máximo deseable en 1.500 pacientes por profesional sanitario en atención a adultos. Sin embargo, el propio Ministerio de Sanidad reconoció en 2018 que más del 41% de las y los médicos de familia tienen cupos que superan los 1.500 pacientes y que este exceso supone que las agendas de médicos con 40, 60 o incluso más pacientes al día sean demasiado frecuentes en muchos centros. Asimismo, existen estudios que muestran que antes de la pandemia ya había evidencias de que estos cupos en algunas áreas de salud, sobre todo las urbanas, están sobredimensionados, lo que impide un adecuado seguimiento de cada paciente y merma la calidad de su atención. En la Comunidad de Madrid, en 2018 se estiman 34 pacientes diarios de media, aunque este valor no contabiliza las ausencias no cubiertas que se reparten entre el resto de profesionales presentes, por lo que probablemente este número es mayor
TEMPORALIDAD
El empleo en el SNS presenta un elevado índice de temporalidad, por lo que España ha recibido una llamada de atención por parte de la Unión Europa. Véase la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), de 14 de septiembre de 2016, al respecto. Esta sentencia dejó al descubierto una forma errónea de afrontar la crisis del 2007, como así lo confirma el Informe emitido por el Observatorio Europeo sobre Políticas y Sistema de Salud de la UE, referido al 2019, que recoge textualmente “la temporalidad y los contratos a tiempo parcial son dos problemas importantes en el SNS”. Este informe recoge un 30% de temporalidad en el 2017 frente a un 27% en el 2012(referencia). Por si esto fuera poco la pandemia de 2020 ha venido a confirmar lo ajustado e insuficiente de las plantillas del SNS. Pero no solamente se perdieron puestos de trabajo, que también, sino que además debido al límite a la tasa de reposición se creó un volumen de temporalidad en el SNS que está siendo muy difícil de revertir.
Tanto el informe del Observatorio Europeo sobre Políticas y Sistemas de Salud de la UE (2019), como la llegada de la pandemia han puesto de relieve que las políticas de personal en el sistema sanitario se han basado en la precariedad laboral, lo que tiene un impacto en el derecho a la salud.
Un informe del Ministerio de Sanidad de 2019 preveía tensiones de reposición a corto plazo, ya que el 27,5% de las y los médicos de familia tiene 60 o más años, y a medio plazo, puesto que el 63,4% tiene 50 o más años. La tasa de reposición –contratos vía oposición que cubren los que se pierden por jubilación– varió en los años de la crisis entre el 10 y el 50%, es decir, de cada 10 profesionales que se jubilaban se ofertaban entre 1 y 5 plazas. Desde 2016 hasta la fecha, esta tasa ha llegado al 100% anual, pero no incluye la recuperación de todas las plazas que no se han repuesto durante más de diez años. .
Impacto COVID
A fecha 4 de marzo de 2021 se han contagiado en España entre sanitarios y sociosanitarios un total de 125.691 profesionales. En la primera ola casi la cuarta parte de la población contagiada eran profesionales de los ámbitos: sanitario y sociosanitario. El tramo de edad más golpeado y con mayor repercusión en su salud fueron los trabajadores y trabajadoras de entre 50 y 60.