El secretario general de FeSP-UGT, Julio Lacuerda, ha resaltado durante la primera jornada del 1er Congreso ordinario de la Federación de Empleados de Servicios Públicos, la importancia del segundo acuerdo sobre el empleo firmado por las organizaciones sindicales con el Gobierno. Pero ha reconocido que no logrado su objetivo porque las Administraciones públicas acaban corrompiendo esta clase de acuerdos y no quieren cumplir la ley. “Solo quieren crear una enorme bolsa de interinidad, y luego ya se verá. Nosotros queremos seguir siendo la solución a ese problema, pero la experiencia nos ha dicho que hay que atacar también las causas que lo provocan, como el incumplimiento sistemático de las Administraciones públicas”, ha asegurado.
El responsable de la FeSP-UGT ha achacado este comportamiento a que no hay mecanismos coercitivos que se lo prohíban a las Administraciones, y pese a la sentencia del Tribunal Europeo que le recuerda a España que no traspone correctamente la normativa sobre empleo público, que provoca un abuso sistemático de la contratación, y a la que insta a tomar las medidas legales para resolver esta cuestión.
Lacuerda mostró su confianza en la predisposición mostrada por el nuevo ministro de Política Territorial y Función Pública, Miquel Iceta, quien estará presente mañana en este 1er Congreso ordinario de FeSP-UGT, y que ha expresado su interés en encontrar una solución junto a los sindicatos a este problema.
El responsable de FeSP-UGT urgió también a acometer las modificaciones legislativas necesarias y a eliminar la tasa de reposición que, en teoría, impide que crezca el déficit, pese a que el gasto luego se hace igual y sin convocatoria de oferta pública de empleo. “La tasa de reposición”, ha añadido, “no tiene ninguna ventaja y aboca a miles de trabajadores a condiciones de temporalidad”.
No obstante, también reclamó que la consolidación de la inmensa mayoría de esos puestos de trabajo se lleve a cabo con plena seguridad jurídica, aunque en cada sector, Sanidad, Enseñanza, etc., se tenga que implementar de manera distinta. “Queremos seguir siendo parte de la solución, pero lo haremos dentro del marco constitucional”, concluyó.
El secretario de Organización de FeSP-UGT, Frederic Monell, inició su intervención agradeciendo las sonrisas despertadas por el espectáculo de Pepe Viyuela, con el que se abrió el acto del Congreso, porque las sonrisas “también curan”. Monell resaltó cómo este no es un congreso más y recordó que la pandemia ha dejado decenas de miles de muertos en España y más de tres millones en todo el mundo, y ha puesto en el límite a los servicios de atención a las personas. Al mismo tiempo, ha sido en medio de estas circunstancias como mucha gente se ha dado cuenta del decisivo papel que juegan los servicios públicos, así como del trabajo de nuestros delegados y cuadros sindicales, que han peleado por que los derechos de estos profesionales no fueran suspendidos. “Las Administraciones y las empresas de servicios públicos han contraído una deuda con sus trabajadores que tendrán que saldar”, ha advertido.
La modernización de los servicios públicos, la lucha contra el envejecimiento de las plantillas, el combate contra una temporalidad insoportable y la digitalización de las Administraciones son algunos de los retos pendientes. “El futuro es aquí y ahora, Queremos involucrarnos y participar en el proceso. No habrá modernización de las administraciones sin contar con los empleados públicos”, añadió.
Por su parte, el secretario de Organización de UGT, Rafael Espartero, mencionó el retraso producido en el desarrollo del Congreso de FeSP-UGT al que la pandemia ha obligado, casi cinco años en los que han pasado cuatro gobiernos y tres elecciones políticas, y que ha impedido la lucha por la solución de tantos problemas. Pero, según prosiguió, el sindicato ha estado a la altura de las circunstancias y ha sabido responder a las necesidades de la ciudadanía. Lo sucedido en este último año ha demostrado la importancia de las organizaciones sindicales para defender los intereses de los ciudadanos, subrayó. Aún quedan batallas como la derogación de la reforma laboral, la mejora de las pensiones o el aumento del salario mínimo.
Luis Miguel López Reillo, secretario general de UGT-Madrid, recordó que en las tres federaciones de UGT hay servicios esenciales, pero que en la FeSP-UGT todos sus trabajadores son servicio esencial, y denunció la situación a la que se ha tenido que hacer frente a la pandemia sanitaria en la Comunidad de Madrid, por el abandono de los trabajadores de la salud y de las residencias de atención a los mayores. “Hay que modernizar los Servicios Públicos y dotarlos de recursos humanos, porque los Servicios Públicos son los garantes del Estado de bienestar que nos procuraron nuestros mayores y a los que aquí en Madrid hemos dejado abandonados a su suerte”, concluyó.
Pedro Hojas, secretario general de FICA-UGT, aseguró que es reconfortante ver cómo, a pesar de la pandemia, el sindicato puede ir recuperando la normalidad, como es la celebración de un congreso, que es un motivo de celebración. “Habéis sido esenciales”, precisó en referencia a los Servicios Públicos. “Vuestra valentía y coraje para hacer frente a la pandemia nunca será suficientemente reconocida, por los problemas que habéis encontrado”.
“Este virus ha puesto las cosas muy difíciles, pero ha servido para poner en valor lo que nuestro sindicato ha hecho. Ha servido para poner freno a la onda expansiva derivada de la crisis sanitaria que hemos sufrido. Los trabajadores de este país hemos dado la talla y hemos estado a la altura de los acontecimientos. Y creo que es justo reconocer que los sindicatos hemos desarrollado muy bien nuestro papel”, añadió, antes de referirse a que hay que convertir la crisis en una oportunidad y luchar por que la economía pivote fuertemente sobre un modelo industrial, en torno al cual crece la movilidad el consumo y la necesidad de desarrollar servicios públicos.
A su vez, el secretario general de FeSCM-UGT, Antonio Oviedo, mostró su agradecimiento a todos los trabajadores de la Federación de Servicios Públicos, y los personificó singularmente en los trabajadores de las residencias de mayores y de los hospitales. “Pero ese respeto hay que pagarlo con gratitud y reconocimiento del trabajo y el esfuerzo que hacen”, lo que equivale a decir, añadió, mejorar sus condiciones laborales y salariales, para situarlos en el lugar que se merecen. También los sanitarios han estado al pie del cañón y la mejor forma de reconocérselo es, precisó, luchar por una sanidad pública y de calidad.
El acto también contó con la presencia de representantes de otras organizaciones sindicales, como José Francisco Fernández, secretario general de FSC-CCOO, que habló en favor de la unidad sindical desarrollada junto a UGT, y Miguel Borra, presidente de CSIF.
Pedro Hojas, secretario general de FICA-UGT, felicitó a todos los trabajadores públicos por su coraje y determinación a la hora de hacer frente a la pandemia y agradeció “su generosidad y su constancia demostrada desde el minuto cero, dejando clara la calidad y la integridad de las personas que trabajan en los servicios públicos de nuestro país”.
El responsable de UGT-FICA mostró su convencimiento de que la piedra filosofal de la estabilidad económica está en la industria. “Existen claros ejemplos sobre la relación directamente proporcional entre el nivel de industrialización de un país y su grado de afectación por las crisis, tanto las coyunturales como las estructurales”, señaló.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, subrayó durante su intervención grabada en vídeo la necesidad de poner de manifiesto el valor de lo público, una de las grandes lecciones que nos ha dejado “esta maldita pandemia”, señaló. Carolina Darias aprovechó su intervención grabada para reconocer el compromiso, la dedicación y el enorme esfuerzo realizado con ocasión de la pandemia por los empleados y las empleadas públicas.
“Ustedes siempre han estado ahí para la gente, pero, ahora más que nunca, ahora ustedes han estado ahí con la gente. En medio de la mayor crisis sanitaria, social y económica de los últimos cien años, ustedes han estado a la altura, lo han dado todo, lo que tenían e incluso lo que no tenían, al límite de sus fuerzas, con una inmensa y generosa vocación de servicio público”.
Además de calificar el proceso de vacunación que se está desarrollando como un hecho fundamental –“horizonte de nuestra experiencia”, precisó-, Darias anunció la voluntad de su departamento de reforzar y ampliar las capacidades del sistema nacional de salud. “Y vamos a hacerlo no solo porque de esta forma vamos a garantizar el efectivo derecho al ejercicio de la salud, sino porque además, vamos a contribuir activamente a lograr una Unión Europea de la salud. Así pues, durante esta legislatura desde el Ministerio de Sanidad trabajaremos sin descanso por fortalecer a través de las reformas y las inversiones necesarias nuestra capacidad asistencial, por fortalecer nuestra capacidad preventiva, nuestra capacidad profesional, nuestra capacidad de equidad y cohesión y también nuestra capacidad de adaptación y resiliencia”.
Finalmente, la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, recordó también en una intervención grabada que España ha sido uno de los pocos países del mundo que ha mantenido la escuela abierta durante esta crisis sanitaria, algo que ha calificado de “éxito colectivo” de toda la comunidad educativa.
“Los profesionales de la enseñanza habéis respondido de manera sobresaliente a una situación que ha impactado de lleno en las dinámicas de convivencia y aprendizaje en los centros educativos. Desarrollar metodologías y destrezas digitales para adaptarnos a una nueva forma de relación con los y las estudiantes, y a la vez sostenerlos emocionalmente, han sido tareas verdaderamente hercúleas cuyos resultados son tangibles y que han de llenarnos de orgullo”, ha destacado.
Además de valorar el “relevante papel desempeñado por la UGT en la defensa de la educación pública, tanto durante los gobiernos del Partido Popular, alzando la voz contra los recortes en educación y contra la LOMCE, diciendo alto y claro que aquella ley tenía que estar en la papelera de la historia”, Isabel Celaá aseguró que la profesión docente “debe ser considerada una actividad pública de primer nivel, como sucede en los países pedagógicamente más avanzados, porque no hay educación de calidad sin una formación docente de excelencia.